sucedía por ese entonces que por entre las sinapsis enrevesadas de mi mar de ardora comadrejeabas sutil y voluble
y yo, que creía todavía en los cuentos y en las hadas, en vano esperaba mi beatificación eléctrica
y yo, que creía todavía en los cuentos y en las hadas, en vano esperaba mi beatificación eléctrica
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