éramos arena sangre fuego y hielo
dolor furia hierba hojas secas luna y sol
y los gritos que horadaron el aire
fugitivos vagabundos encubiertos
el camino nos ha acogido
como a sus pródigos hijos,
pudimos comprobar lo lejos
que pueden llevarnos nuestros pies
dijiste que me enseñarías a cantar
las canciones que podrían cambiar al mundo,
prometiste mostrarme como
escribir con sangre sobre lineas de fuego
eran mentiras
iguales a las que yo te díje
lo sabíamos
no nos importó
una muchedumbre ha venido hoy a vernos,
a escuchar lo que dicen que tenemos para decir,
nunca he sentido más pavor, nunca había temblado tanto,
huyamos sin que nos vean por aquella puerta, la puerta de atrás
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