la culpa es un lujo que mis pocas
fuerzas ya no me permiten poseer,
mi lengua y mis labios ya han notado
que el viento nunca concede indulgencia
mis versos que nunca riman
mi voz inaudible e incolora,
vanas melodías sin cadencia
que las paredes de mi caverna
se niegan a reverberar
nadie escuchará mis gritos
nadie vendrá a rescatarme
ya no existen los héroes;
terminé convirtíendome
en aquello que más odiaba
cuando te llamé no respondiste
te hice preguntas, no respondiste
te quise, quise quererte, aún te quiero
pero no puedo amar tu silencio
porque es lo me hunde en la desesperación
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario