Un estrépito, un pavor repentino
precipitan el hervor de mi sangre,
del vapor que se desata escapan
alimañas, malas hierbas.
¿Qué hay del miedo que me cerca?
me cercena cada ápice de avidez
me aminora, me amordaza
me precipita a un precipicio sin pretil
sin miramientos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario