como miles de fragmentos punzantes de un espejo
esparcidos sobre una senda sombría y trasnochada
Yo sabía de tus pies descalzos
Y yo era entre la maleza como espinas agudas
junto a las flores mustias que yo sabía solías cortar
Pero la dureza pétrea de tu piel desbarató mis aguijones
Me sobrevino la noche y yo no conocí tu color, tu sabor
Me sobrevino el frío de la noche
y yo no pude resguardarme en el ardor de tu sangre
Noté que no llevabas ya sobre tu piel marcas mías
Me sobrevino la noche y yo no conocí tu color, tu sabor
Me sobrevino el frío de la noche
y yo no pude resguardarme en el ardor de tu sangre
Noté que no llevabas ya sobre tu piel marcas mías
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